viernes, 11 de junio de 2010

El Mito una Visión de Mundo

Los habitantes de este pequeño planeta chilote han ido configurando una realidad que emerge de sus particulares experiencias como individuos y culturas muy diversas. Por enclaves históricos los europeos y los naturales de estas tierras debieron habitar un espacio geográfico común y compartir los recursos que este medio les prodigaba.La vida se ordenó a partir de las perspectivas de mundo y los proyectos de sociedad del conquistador, pero incorporando también parte importante de la cosmovisión mapuche-veliche del sector. En algunos casos hay sincretismos de ambas culturas, en otros, es la voz española la que predomina, como el lenguaje, la música y la religión. La magia y el mito nos llevan a la intimidad del mundo mapuche-veliche. Empero, esta realidad no es solo india.
El europeo colonial y la sociedad chilota naciente de estos encuentros y desencuentros se introdujeron a estas estructuras de pensamiento. En algunos casos las incorporaron como propias y cuando esto no ocurre las influyen profundamente con sus creencias religiosas, mágicas y míticas acarreadas desde Europa. La raíz fundamental del mito chilote es mapuche, pero fuertemente determinado por la ideología del cristianismo y las culturas occidentales.La mentalidad de la gente de este archipiélago es compleja.En ciertas circunstancias el chilote es fríamente racionalista y práctico.
En otras, sus decisiones son emotivas o determinadas por los consejos de su tradición, donde lo religioso, mágico y mítico ocupan roles determinantes. En su reflexión cotidiana y en su acción está utilizando las diversas dimensiones de su realidad. Vigencia del mitoEn las comunidades rurales, donde vive la mayoría de la población, la gente sigue hablando y creyendo, en alguna medida, en la fauna mítica y en sus historias. Los mitos chilotes acarrean miedo. Los relatos o casos de brujos son los más frecuentes de escuchar.Los personajes de este mundo son extraordinarios o poderosos para la gente, pero no son sobrenaturales .Por eso los pueden enfrentar .Con el mismo temor y osadía encaran a su Santo patrono local cuando no les ha cumplido su mandar o persiguen con un tizón al Coo que llegó a aposentarse en su arboleda y que nada bueno trae con sus guturales cantos nocturnos. Son controlables, anulados en su acción e incluso vencidos.Los mitos y creencias no son los mismos para un chilote y para un afuerino. El visitantes valorara como fabulación y fantasía los ingenuos relatos que se escucha de los chilotes.Para el isleño son cosas sucedidas, en algún rincón del tiempo o en circunstancias no son muy lejanas. Pertenecen y determinan sus vidas.Introducirse hoy al mito es vagar por terrenos confusos desvinculados, muchas veces incoherentes, al no estar presente la matriz que los contenía originalmente. Hoy podemos observar el mito como arqueólogos o argonautas, en un cosmos donde este aparece desintegrado, erosionado y adherido fragmentariamente a una realidad, dentro de otras culturas y otros tiempos.Cuando uno recorre las distintas versiones del mito, advierte que en los tiempos primordiales debió existir una narración más elaborada. La gente recuerda fragmentariamente el mundo inicial como una versión de segunda mano. Sin duda que este prototipo-si existió- es irrecuperable y se refirió a otra naturaleza y a otra sociedad.Así y todo el mito chilote es una suerte de epífito que, como el vegetal sin raíz, se adhiere a una cultura y sociedad contemporánea tratando de sobrevivir pero guardando su autonomía. El mito y los componentes tradicionales de las culturas sólo son admitidos como un paisaje local ala cual el mercado del turismo puede sacarle algún provecho.La sociedad mercantil que se ha establecido en el Archipiélago tiende asimilar esta dimensión de nuestra realidad tradicional como mercancía. Comenzó a aparecer una variada imaginería, especialmente de dibujos poco afortunados, y diversos otros souvenires, mucho de los cuales representan aberraciones, tales como brujas volando en escobas o Pincoyas que son sirenas. Se van generando así imágenes de los mitos que, en este caso, pasan a ser arquetipos o modelos que tienden a imponerse.Tradicionalmente el mito Mapuche Veliche no tuvo representación ni gráfica ni escultural. La transmisión siempre fue oral lo que daba lugar a la conformación de un modelo muy general, que se iba renovando permanentemente en cada individuo de la cultura quien incorporaba a la versión sus particulares formas de ver.


Fuente: El Libro de la Mitología. Historias, Leyendas y creencias mágicas obtenidas de la tradición oral de Renato Cárdenas Álvarez. (1998).

Clasificación de los Personajes Mitológicos


Varias podrían ser las maneras de clasificar a los personajes de la mitología chilota. Depende del punto de vista el cual se los quiera enfocar. Por ejemplo, el Sr. Evaristo Molina señala la clasificación morfológica pero a mi juicio, aun cuando los abarca a todos solo da una visión restringida de la mitología de la zona.Para un estudio más completo podría sugerirse la siguiente clasificación:
- Morfológica: subdividida en
a) antropomorfos;
b) zoomorfos y
c) complejos.
- Utilitaria: subdividida en
a) benéficos y
b) maléficos.
- Histórica: subdividida en a) prehispánicos y b) post hispánicos.
- Zona de extensión: subdividida en a) comarcanos y b) extracomarcanos.
1.- Clasificación Morfológica: entre los ejemplares antropomorfos o de forma humana tenemos la Pincoya, el Pincoy, el Trauco, la Fiura, el Imbunche, la Viuda.
En cuanto a lo zoomorfos o de forma animal están el Camahueto, Cuchivilu, Basilisco, Caballo Marino, Caicaivilu y Tentenvilu. Y entre los complejos figurarían los Brujos, la Voladora y el Caleuche.
2.- Clasificación utilitaria: En algunos casos no es tarea fácil discernir si un sujeto es benéfico o maléfico, por cuanto, en cierto modo algunos aparecen a primera vista como malignos y, sin embargo en el fondo pueden ser considerados como benéficos. Este es el caso a mi juicio por ejemplo, del Trauco y de la Fiura. En cambio, la Pincoya y el Pincoy son benéficos, puesto que su función favorable o desfavorable depende simplemente del comportamiento de la misma gente interesada en su obra benefactora.No vacilo en calificar de maléfica a la serpiente Caicai, al Basilisco, al Cuchivilu y cierto modo también al Camahueto, aún cuando las raspaduras de único cuerno tengan efectos mágicos y terapéuticos muy estimados.
3.- Clasificación histórica: en realidad debe reconocerse que tampoco es tan sencillo establecer los límites históricos para determinar cuales de estos seres fabulosos existían con anterioridad con la llegada de los españoles y cuales de ellos fueron creados o introducidos con posterioridad a este acontecimiento.No obstante puede considerarse como prehispánica a las dos culebras, Caicai y Tentenvilu, a la Pincoya erl Pincoy , el Camahueto y la Fiura. Posiblemente también el Trauco. Los demás podrían ser catalogados como post hispánicos, incluyendo el Cuchivilu entre ellos, pero con alguna reserva, pues, si nos atenemos a la etimología de la palabra, tendríamos: “Cuchi, del quichua que significa cerdo y “Vilu”, culebra. Sabemos que el cerdo fue introducido en América por los españoles; de ahí que me incline a considerarlo posterior a la conquista hispana, salvo que entre los nativos hubiese existido un animal parecido al “Cuchi”, como el tapir u otro.
4.- Clasificación por su zona de extensión: ya se dijo a este respecto que podría dividírselos en comarcanos y extracomarcanos, locales o extralocales. Bastaría considerar para ello la extensión de su respectivas áreas de su influencia. Esto nos obliga a tratar de desentrañar los vínculos raciales de estos pueblos primitivos en un pasado remoto.Entre los locales o comarcanos, podrían figurar el Camahueto, la Fiura, el Trauco y quizás, también, las dos culebras, pese a que mas al norte se le encuentra la denominación Tentén en cerros y fundos costeños, los que indicaría que las leyendas de estas culebras tuvo un radio mucho mas amplia que la simple zona de los archipiélagos y de los lagos australes.Fuera de los grupos ya señalados pueden hacerse otras clasificaciones diversas no menos interesantes como por ejemplo:
1.- Atendiendo al medio ambiente en el que viven:
a) Terrestres: Trauco, Fiura, Basilisco, Imbunche, Viuda.b)Acuáticos: Pincoya, Pincoy, Sirena, Camahueto, Cuchivilu, Manta, Caleuche, Caballo Marino.
2.- Según su forma de desplazamiento:
a) Pedestres: Trauco, Fiura, Basilisco, Imbunche, Viuda.
b) Reptadores: Tentenvilu , Cuchivilu.c) Nadadores: Sirena, Pincoya, Pincoy , Caicaivilu.
d) Voladores: Brujo, Voladora, Bauda, Raiquén.
e) Forma Mixta: Camahueto, Caballo Marino.
3.- Según la manera de generarse:
a) Por huevo: Basilisco.
b) Por siembra: Camahueto.
c) Por iniciación o adiestramiento: Brujo, Voladora.
d) Por rapto o donación: Imbunche, tripulación del Caleuche.
e) forma no especificada: Pincoya, Pincoy, Sirena, Fiura, Trauco, Viuda, Cuchivilu, Caballo Marino, Tenténvilu Caicaivilu, Pillán, Manta y Caleuche.
f) Por medio proteico: Bauda, Raiquén.
4.- Según sus hábitos:
a) Diurnos: Trauco, Fiura.
b) Nocturno: Pincoya, Pincoy, Camahueto, Basilisco, Cuchivilu, Brujo, Voladora, Caballo Marino, Bauda, Raiquén, Imbunche, Caleuche y Sirena.

Fuente: Libro Tesoro Mitológico del Archipiélago de Chiloé de Narciso García Barría.

Espacio Físico del Mito.
El mito, y la leyenda y los casos no han surgido como justificaciones o explicaciones científicas o instancia de moralización. Por el contrario el mito es lo que su historia cuenta; y ese relato no es ni fábula ni tampoco simboliza realidades. El mito no mediatiza. El mito es la realidad primordial, es la creación. Por eso decimos que la Pincoya no simboliza la fertilidad de mares y playas. Ella es en sí misma la fertilidad de ese hábitat marino.“El Archipiélago es, durante siglos, el libro básico que enseña al indígena a deletrear la realidad del mundo circundante y de la vida en sociedad”.Así lo concibe el profesor Jaime Blume (Cultura Mítica de Chiloé, Dpto. de estética de la U. Católica de Chile, Santiago 1985. Y continúa su observación: “Por ser anterior al hombre, la naturaleza aparece como algo ya hecho, inmovible y divino, y su estructura como paradigma del modo-de-ser-en-el-mundo. La naturaleza es , al mismo tiempo, cifra de conocimientos por adquirir y modelo de comportamientos sociales.Todo está en la naturaleza y todo lo que está en la naturaleza es.
De ahí que no exista la posibilidad de escaparse de ella por cuanto vida, familia, clan, ritos, trabajos, memorias, proyectos, misterios y revelaciones no son sino lecturas distintas que el Huilliche hace de ese libro sagrado que es la naturaleza…Noche y día, invierno y verano, sol y lluvia, creciente y menguante, bajamar y plea mar marcan el ritmo binario de la naturaleza y proclaman el orden polar al cual el hombre debe asustarse (Jensen. Mito y Culto…,F:C:E: México 1975). De acuerdo a ello y a través de pruebas y enmiendas el Huilliche diseña un modo de vida que reproduce, en términos de convivencia y estructura social, lo que la naturaleza le muestra como modelo.Una sistematización del mito para su conocimiento y estudio nos lleva necesariamente a crear perfiles, a estereotiparlo, a generar una imagen de ellos. Empero, el mito en la vida real se expresa en boca de la gente, a través del caso. Es un género oral que relata un hecho ocurrido al narrador o a alguien identificable y cuyo motivo principal tiene traza de ser extraordinario, explicable solo a través de una realidad mágica o mítica. Este relato mítico, en cambio es dinámico cargado de versiones e inserto en la vida diaria de una comunidad y de la cual es testimonio.
Fuente: El Libro de la Mitología. Historias, Leyendas y creencias mágicas obtenidas de la tradición oral de Renato Cárdenas Álvarez. 1998.

jueves, 10 de junio de 2010

El Cuchivilu



De conformidad a la composición etimológica del nombre, se trata de un monstruo marino zoomorfo, mitad "cuchi", cerdo, y mitad "vilu", culebra, de donde puede inferirse los atributos que le son inherentes. Habita en las playas fangosas de las islas. Por las noches abandona su guarida para hozar los corrales pesqueros. Se le reconoce sin necesidad de vérsele, por los rastros dejados en la arena y por el gruñido característico, idéntico al de un chancho doméstico. Este ejemplar tan extraño puede ser divisado únicamente por los brujos. No es aconsejable bañarse en las aguas por donde ha pasado, pues se corre el riesgo de cubrir el cuerpo de "chincheños" (sarna).

La explicación acerca de este ser monstruoso podría encontrarse en la presencia tan frecuente de cerdos a orillas del mar en busca de alimentos. En tales incursiones los marranos isleños suelen introducirse en los corrales de pesca. Para desenterrar las tacas, choritos o navajuelas, revuelven la arena con el hocico. No siempre se limitan a enterrar por la boca del corral. Lo hacen tambien rompiendo el cerco y la rotura se carga a la cuenta del Cuchivilu.

Es posible que alguien haya visto a la distancia en un atardecer brumoso algunos de estos cerdos costeros en su tarea dentro de un corral. Mas, si se arrastraba consigo un pez o una jibia el cuadro se prestaba para pensar en el temible Cuchivilu. En cuanto a la sarna que cubre el cuerpo de quienes se bañan en las aguas frecuentadas por el Cuchivilu, no es de extrañar. Se trata por lo común de playas fangosas y la pobreza de algunas islas hacen posible la propagación de la sarna, sobre todo entre los niños.

En el Cuchivilu se ha reunido en un solo ser, a dos de los animales de características bien singulares: el cerdo, voraz y cochino, y la culebra, sigilosa y traicionera. De esta fusión o cruce ha resultado este monstruo repulsivo, atentatorio a los intereses de la comunidad insular.

La presencia de este sujeto mítico de doble conformación es por consiguiente, una consecuencia obligada tanto por la geografía como por el espíritu fatalista de sus creadores. El Cuchivilu comparte, o mejor dicho, disputa a los humanos una buena porción de sus recursos alimenticios de origen marítimo. Agrava en esta forma los escasos productos ofrecidos por los ciclos naturales de mareas; de ahí la aversión con que se le mira.


Fuente: Libro Tesoro Mitológico del Archipiélago de Chiloé de Narciso García Barría.

miércoles, 9 de junio de 2010

El Caballo Marino

El Caballo Marino es un equino mitológico muy grande y de feo aspecto, pero con gran potencia. Posee más de doce varas de largo y cuatro de alto. es el auto de los integrantes de la mayoría y del consejo de la cueva, ya que se le ha visto cabalgar por la cresta de las olas llevando a los trece brujos que forman la mayoría.
Cuando los mayores de la brujería lo necesitan emiten un silbido especial y el corcel sale del agua galopando armoniosamente. Puede realizar viajes llevando a sus jinetes hasta los sitios más lejanos e increíbles, sin demostrar el más mínimo agortamiento. Después de realizar el viaje para el que fue llamado, el principal le da unas palmaditas en el anca y el caballo vuelve a sumergirse en el agua, lugar en donde tiene su habitación.
En el sector Chanquin se le ha visto cruzar, a todo galope y por sobre las olas, la bahía de Cucao desde Pirulil a Punta Huentemo y viceversa.
Los lugareños son poco dados a comentar cualquier hecho que tenga que ver con la brujería. Esto se explica con una ley muy antigua que dice a quien revele algún secreto se le corta la lengua; por lo cual no se ha podido - hasta el momento - obtener una mayor información acerca de este sobrenatural equino.
Este prodigioso equino de la brujería chilota, su hábitat es el mar. Quienes han visto un caballo marino dicen que es bastante feo, de hocico alargado, grande, muy fuerte, de dorados crines.
Suele aparecer chorreándole el agua, en las costas del archipiélago cuando es llamado por algún brujo. Cada brujo tiene uno o más corceles marinos. El amo coloca su marca personal, quedando el animal permanentemente a su servicio. Cuando algún "curioso" (brujo) necesitan de su presencia acude a la playa, y lo llama con cuatro silbidos de cierta mnanera mágica, de sonido inaudible; dicen que es semejante al ruido de un cardumen de sardinas recorriendo velozmente la superficie del mar. Apenas emerge de las aguas el curiosop lo enlaza con tiras de sargazo para guiarlo, y usando este caballo, para ir de una isla a otra o para trasladarse hacia el Caleuche.
Fuente: Mitos y Leyendas de la Zona de Chanquin y Cucao de Jorge Negron Vera.

El Millalobo

Este ser mitológico llamado un ser de encantamiento que vive preferentemente en el mar, pero que tambien se introduce por los ríos hasta llegar a los lagos, lagunas y pequeños arroyos. Puede, incluso, llegar hasta cualquier charco de agua. este animal tine la forma de un lobo marino y es de gran hermosura. Su maravilloso pelaje dorado brilla al sol como oro de buena ley. Se le puede ver nadando y saltando ágilmente sobre el agua. El Millalobo es uno de los pocos personajes mitológicos auténticamente cucahuano.
"Milla" en veliche es oro y "lobo" se refiere con seguridad al lobo marino, especie muy abundante en las costas del Parque Nacional de Chiloé.
Se trata de un ser temido porque pertenece al arte. La tradición ha traído hasta nuestros días el relato de la hermosa niña raptada por el Millalobo y que más tarde se convirtió en la "Vieja Huenchula".
Pese a tratarse de un ser sobrenatural, en Cucao el Milalobo está presente en la vida cotidiana del chilote. Sin embargo, nadie se atreve a mirar su propio rostro reflejado en el agua, porque lo que allí se ve es el Millalobo. Éste, para no ser visto, toma la misma fisinomía de la persona mediante un encantamiento. Si este ser codicia a la que se refleja en las aguas, es capaz de raptarla y llevarla al fondo del mar.

La Huenchula, hija de la anciana hechicera Huenchur, este ser, mitad hombre mitad pez, reúne todas las características de ser Tótem genésico de las tribus que primero habitaron el archipiélago.
Fuente: Libro Mitos y Leyendas de la Zona de Chanquin y Cucao de Jorge Negron Vera e Ilustraciones Danilo Sepúlveda M.









sábado, 17 de febrero de 2007

El Camahueto

El Camahueto

El Camahueto es un ser mitológico del tamaño de un ternero de 1 año mas o menos. Sus colores "mari" o "peuco". Esta provisto de un solo cuerno, corto y marfileño, situado en medio de la frente. En este adorno frontal radican precisamente sus excepcionales propiedades míticas. Tiene la virtud de volver a crecer con el mismo vigor e idénticas propiedades mágicas que el primitivo cuerno, en caso de ser cortado.

La generación del Camahueto se lleva a cabo en las lagunas o en terrenos pantanosos, mediante la siembra de pedazos de cuerno de animal adulto. Esta siembra o plantación la efectúa en la mayoría de los casos un brujo, para lo cual elige los terrenos de la persona a quien la brujería ha decidido causar perjuicios materiales, pues el nacimiento y desarrollo del nuevo espécimen implican la formación de una laguna cuyo tamaño aumenta simultáneamente con el crecimiento del animal allí generado.
El proceso de desarrollo del Camahueto dura de 25 a 30 años. En esa edad está en condiciones de mudarse al mar, su morada definitiva. Aprovecha para cambiar de residencia en una noche de tormenta, con lo cual evita ser visto. esa noche se oyen sus terribles "chivateos", los cuales llenan de pánico a cuantos los escuchan. Debido a tales "chivateos", se le conoce tambien con el nombre de "Chivato". El Chivato Marino.
Es tal el ímpetu que imprime en la huida de la laguna al mar, que a su paso se producen derrumbes en los barrancos, en medio de los cuales siempre queda un pequeño arroyuelo, prueba fehaciente del paso del Camahueto al mar.
El cuerno de este animal es extraordinariamente codiciado por las virtudes milagrosas de sus raspaduras. Estas sirven, entre otras cosas, para "fleta" y "bizmas". Son más eficaces que cualquiera de las mixturas de botica. En pócimas dan a quien las bebe una fuerza excepcional. Tienen, sin embargo, el peligro que usadas en demasía pueden dejarlo "acamahuetado", esto es irritable y en cierto modo, también, con una propensión acentuada a la vida libidinosa. De ahí que se recomiende su empleo en forma moderada, en dosis pequeñas.
La fama acerca de las propiedades extraordinarias del cuerno del Camahueto ha hecho de este apéndice un artículo muy apetecido. Pero resulta que no es muy frecuente encontrarlo. esto explica el interés por coger vivo al animal. Los únicos capaces de cazarlo son los brujos. Nadie más. estos lo enlazan con una soga de sargazo, y no con otra, precisamente en el instante en que el animal se lanza barranco abajo, es decir, en el período justo de la mayor potencia y vigor del "ternero mari".
Una vez que los brujos lo han despojado del cuerno mágico lo dejan en libertad. El Camahueto, al verse libre nuevamente pero disminuido en su potencial nato, se hunde en las aguas en medio de terroríficos balidos y de marejadas enormes.
La verdad es que el Camahueto vincula fenómenos reales cuya explicación escapaba al entendimiento de mentalidades todavía rudimentarias. En esta caso la acumulación de aguas en sitios llanos e impermeables a consecuencias de lluvias torrenciales y el hecho de llegar con el tiempo a abrirse paso a través del acantilado no cabía, por supuesto, en la imaginación del isleño primitivo sino sólo como la acción de un hecho sobrenatural, de magia y encantamiento.
Sabemos que los derrumbes de barrancos costeros en Chiloé son algo inherente a la naturaleza y al clima de las islas. Basta observar la configuración topografía de la mayoría de ellas para darse cuenta de que por lo común siempre uno de sus costados llega al mar mediante un barranco o por una sucesión de éstos, frutos todos de los terribles "trañmalhues" de la época de los grandes sismos prehistóricos.
Como los derrrumbes no se producen con demasiada frecuencia en los mismos sitios, la mitología ha asignado al Camahueto un período de crecimiento superior a los 20 años. Con ello se justifica de paso la escasez del codiciado talismán de las raspaduras milagrosas.
En cuanto a los "Chivateos" que acompañan el cambio del animal de su vida lacustre a la marítima, son probablemente los gritos de terror de reses sorprendidas en las cercanías de los derrumbes al producirse éstos.


Fuente: Libro Tesoro mitológico del Archipiélago de Chiloé. Bosquejo interpretativo.


Autor: Narciso García Barría.